Sobre La Celestina...

Después de hacer aproximadamente 60 actuaciones y haber pasado por más de 20 ciudades, "La Celestina", prácticamente ha terminado su gira.
Para los que no conozcáis nada sobre este montaje, se trata de una adaptación de la obra de Fernando de Rojas y está enfocada para estudiantes de secundaria y bachiller.

Es curiosa la sensación al terminar un montaje:
Por un lado, una especie de vértigo e inseguridad ante la incertidumbre de lo que pueda venir, tristeza por dejar de interpretar un personaje que, en este caso Calisto, me ha acompañado durante tantos meses y también por separarme de los compañeros con los que he compartido tantas horas de furgoneta, camerino, habitación, nervios, risas...
Pero por otro lado, se abre la posibilidad de afrotar nuevos proyectos y dedicarle más energía y atención a los que aún están funcionando.

Este es el segundo proyecto en el que trabajo con la compañía Tatira-Ñas Teatro.
El primero fue "Entremeses de Cervantes" donde, unos comediantes de la legua en toda regla, llevaban a escena "El Retablo de las Maravillas y "El Viejo Celoso" del insigne autor.
Al igual que con "La Celestina", llevamos a cabo muchas representaciones por más de media España, con una media de dos o tres pases por jornada, cada día en una ciudad diferente.
Este ritmo endiablado, me hace recordar cómo sería la vida de aquellos cómicos del Siglo de Oro, que iban de un lado a otro con su carromato, representando aquí y allá, compartiendo sus vidas dentro y fuera de la escena.
Como actor, lo que más me ha gustado de hacer tantas funciones, es que puedes profundizar en el personaje de una manera que otras veces es imposible: tienes un control prácticamente total del texto, relación con los compañeros, acciones del personaje, reacciones del público...
Un verdadero lujo.

En fin, amigos, ha llegado el final de una experiencia única e inolvidable.
A todos mis compañeros, gracias por todo.